Sábado, 2024-04-27, 4:04 AM
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Ventanas hacia la verdad


Con nuestra aparición en este plano de fisicalidad, nos encontramos con una serie de ordenamientos y estructuras que estaban previamente establecidas antes de nuestra llegada. Se nos explica desde nuestra niñez temprana de la importancia de este andamiaje político, social, religioso que regula cada aspecto de nuestras vidas terrenas. Se nos pide que no cuestionemos, ni preguntemos o pasemos juicio sobre este ordenamiento, que olvidemos el análisis crítico que debe regir a toda conciencia y el derecho que tenemos a disentir de todas esas ideas aunque nos parezcan en ocasiones absurdas.
 
 
Siempre hay preguntas que necesitan respuestas que están más alla de las explicaciones triviales y baladí que puedan contener los manuales de historia, sociales, científicos o religiosos. Contestaciones a preguntas como, ¿ de dónde venimos, por qué tanta miseria e injusticia, cómo es posible que exista una deidad tan cruel y sanguinaria como el Dios del Antiguo Testamento, por qué el supuesto Salvador no ha cumplido su promesa de regreso después de 2,000 años. No hay que ser muy sabio o entendido para saber que todas estas son preguntas válidas que merecen explicaciones serias y profundas.
 
 
Es frustante el descubrir que todos esos dogmas, estructuras y esquemas con los que hemos vivido por toda una vida, un buen día se derrumban. Pero es mejor despertar y afrontar la demoledora verdad de nuestros origenes, que vivir en la ignominia de la mentira. La vida, por lo que he podido apreciar e investigar en mis años de vida terrena y linear, no es lo que la mayoría pensamos. Hay fuerzas oscuras que desde algún punto no perceptible a nuestros sentidos dominan nuestra existencia. Sumado a estas energias imperceptibles para nosotros, una elite bancaria, politica, y militar desde las sombras les ayuda y hace pactos a escondidas. Los paradigmas retrogadas con los que hemos sido educados por décadas deben cambiar, es nuestra la responsabilidad de educarnos y llegar a nuestras propias conclusiones. La información, el conocimiento son luz, debemos allegarlos con urgencia a nuestras vidas.
 
Luis Edgardo Rivera Abadía